El Hotel Apartosuites Jardines de Sabatini cumple medio siglo de excelencia, confort y vistas inigualables de Madrid.

Redacción23/10/2024
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El emblemático hotel Apartosuites Jardines de Sabatini celebra este mes de octubre su 50 aniversario. Cinco décadas han transcurrido desde que abriera por primera vez sus puertas en el corazón de la capital, a un paso de la entonces Estación del Norte y a los pies de la montaña del Príncipe Pío.

En aquel Madrid de los setenta el concepto del establecimiento era tan absolutamente rompedor que hubo de ser bautizado con un neologismo acuñado ad hoc: apartosuites. El tamaño y el confort de sus habitaciones estaban orientados a largas estancias y así, desde su fundación en 1974, se propuso ofrecer a sus huéspedes mucho más que alojamiento: una experiencia genuina de Madrid combinada con la comodidad de un apartamento y los servicios de un hotel. Sus habitaciones, dotadas de cocina completamente equipada, brindan una sensación de hogar lejos de casa, cualidad que pronto atrajo a numerosos clientes ilustres, como el poeta Rafael Alberti y la actriz Nuria Espert, habituales del establecimiento por su tranquilidad, privacidad y excelente servicio.

En octubre de 1974 Madrid poco o nada tenía que ver con lo que es ahora. Los Jardines de Sabatini, de los que toma el hotel su nombre, llevaban en construcción desde los años 30, tras ser demolidas las caballerizas del Palacio Real. De hecho, no serían inaugurados oficialmente hasta 1978. El abuelo de la actual directora, Bernardo García, propietario de uno de los primeros concesionarios de SEAT en Madrid, fue quien levantó frente a ellos los ApartoSuites Jardines de Sabatini ampliando su negocio.

Como él, eran muchos los españoles que se decidían a aventurarse en una empresa que, en aquel momento, se predecía próspera. La dictadura del general Franco estaba a todas luces próxima a acabar, y el país se sentía cada vez más parte de una Europa floreciente. En los aledaños del hotel, el solar al que había dado paso el derribo del Cuartel de la Montaña había sido ocupado por el templo de Debod, traído piedra a piedra desde Asuán, y el skyline de Madrid nos permitía empezar a soñar con una ciudad moderna en un mundo moderno.

Ni rastro quedaba ya de las lavanderas que bajaban por la Cuesta de San Vicente hacia el río, ni de su asilo, derruido en los años 30. Ni rastro tampoco de la primera piscina pública de Madrid, “Los baños del Niágara”, que desapareció en pos del concesionario de Bernardo García, y que hoy es un parking contiguo al hotel.

El aniversario de ApartoSuites Jardines de Sabatini es una ocasión para conocer el edificio en la actualidad, con todas las renovaciones que se han llevado a cabo en las instalaciones, especialmente en el último lustro, pero manteniendo el concepto de sus grandes habitaciones equipadas con cocina americana como apartamentos, pero con los servicios de un hotel.

Una de las iniciativas con más éxito de estos últimos años ha sido el Brunch de altura, que cada sábado y domingo desde otoño hasta primavera se puede disfrutar en su exquisita terraza, conocida por tener las vistas más espectaculares del Palacio Real. A ella se accede directamente desde la calle en un ascensor acristalado que permite contemplar un mural de ocho pisos, obra del artista brasileño Rogerio Fernandes.

Y es que, desde que se entra en ApartoSuites Jardines de Sabatini, se respira arte. Sumada a esta obra de Fernandes se encuentran las instalaciones de la formación de arte urbano Boa Mistura, ubicadas en distintos espacios del edificio, así como su grafiti “Del Corazón al Cielo”, de 62 metros cuadrados de superficie. La pintora Cristina Gamón, con sus intervenciones en el lobby y el desayunador del hotel, y Oscar Vautherin, autor de las esculturas que flanquean la entrada y de la obra “Cinco pies izquierdos”, en recepción, completan el plantel de artistas.

Uno de los grandes atractivos de Apartosuites Jardines de Sabatini es su exclusivo museo de coches clásicos, ubicado en el sótano del edificio. Fue proyectado en memoria de José Luis García a instancias de sus hijas Charo y Monica García Silgo.

Esta fascinante colección incluye verdaderas joyas de la automoción, como un Ford T de 1915, un elegante Hispano-Suiza y un rincón especial llamado España Cañí, donde se exhiben vehículos icónicos como biscuters, motocarros y la famosa Vespa de la película Amanece, que no es poco.

Los huéspedes del hotel tienen derecho a una visita gratuita a este espacio, que se ha convertido en una parada obligada para los amantes del motor y la historia cultural madrileña. Las grandes imágenes que cubren sus muros, extraídas de la hemeroteca de ABC, transportan a los visitantes a una época en la que estos vehículos eran parte del paisaje urbano.

Durante todo el mes de octubre, el hotel celebrará su 50 aniversario con eventos exclusivos en su espectacular terraza con las mejores vistas de Madrid al Palacio Real. Entre las actividades programadas se incluyen también en noviembre visitas guiadas por el museo de coches clásicos y un mercadillo solidario.

Este 50 aniversario es una oportunidad única para redescubrir un lugar donde la historia se vive en cada rincón y la hospitalidad se siente desde la primera visita. Medio siglo de excelencia, confort y vistas inigualables de Madrid.

jardinesdesabatini.com