Braganza, ciudad con encanto.

Begoña A. Novillo10/03/2025
Compartir

Cada viaje que hago a la vecina Portugal me convence más y más este fantástico destino. La última incursión ha sido a la ciudad de Braganza, capital histórica de la región de Tras-os-montes y ciudad repleta de, grandes avenidas -siendo el punto neurálgico de las mismas la Praça da Sé con sus más que destacables rotondas en las que se han instalado conjuntos escultóricos de gran simbolismo que merecen la pena ser vistos, como la Rotunda 23 de Abril, la Rotunda Homenagem ao Lavrador y la Rotunda do Sabor- y, una zona medieval más que destacable e interesante con numerosos encantos y de fácil recorrido.

Comenzamos nuestro periplo por la Praça da Sé y sus alrededores en los que podrás visitar varios de los edificios que forman parte del patrimonio de la ciudad, tales como la Iglesia da Misericórdia, que se encuentra cubierta de azulejos; el Solar dos Calaínhos (del siglo XVII), con sus nueve puertas y escudo con las armas de los Samentos Pimentéis Morais e Ferreiras; y el Solar dos Veiga Cabral (1764), que acoge el Centro de Arte Contemporânea.

Seguidamente nos adentramos en el que para mí es el atractivo más destacable de Braganza: la antigua ciudad amurallada, su Ciudadela, edificada en el año 1130 y que encontramos encaramada en lo alto de una colina. Su mayor reclamo es su Castillo con la Torre de la Princesa y, la Torre del Homenaje, adornada con elegantes ventanas góticas geminadas y que resulta ser su mayor estandarte. A los pies de la misma y antes de entrar en la parte baja de la ciudad, se alza la Iglesia de São Vicente, de origen románico, en la cual se cree que tuvo lugar la boda secreta del rey Don Pedro con Doña Inês de Castro.

Uno de los monumentos más interesantes de la ciudad es el Domus Municipalis, un antiguo consistorio de planta irregular y trazas medievales que fue erigido en el siglo XII y que está casi pegado a la Iglesia de Santa María. A éste, me gustaría añadir como visita interesante el Museo do Abade de Baçal, que ocupa los dos pisos y el jardín de un antiguo Palacio Episcopal, donde se exponen obras de artes y vestigios arqueológicos.

Ya en la parte baja de la ciudad, merece la pena visitar la Sé o Catedral antigua de Braganza, vetusta iglesia de jesuitas con capillas barrocas y una decoración interior a base de azulejos. Frente a la misma se exhibe un Cruceiro de 1869 sobre una columna salomónica. Además de todo esto, resulta interesante la visita al Teatro Municipal Filipe Oliveira Dias, y el Centro Comercial Fórum Theatrum.

Todo ello, unido a su fantástica gastronomía y cálidas gentes han convertido a Braganza es una de las ciudades portuguesas que mejor se ha sabido adaptar al paso del tiempo, y que bien merece una escapada. ¿no crees? Una fecha interesante para visitarla es durante principios del mes de mayo, ya que es cuando la ciudadela acoge por tres días la Feira das Cantarinhas, la mayor feria callejera de artesanía tradicional de la región, pero cualquier época del año es buena para acercarse a descubrir sus tradiciones ancestrales, sus habitantes, su patrimonio cultural y su rica oferta culinaria.

www.turismo-braganca.com