Hace unos días tuvo lugar la presentación de los vinos de la Bodega Bucrana: Crianza 2021 y Tau 2019. Su enólogo, Víctor Fernández y su Dtor Comercial y Marketing, Juan Luis García contaron con el acompañamiento del violinista Manuel Urios que armonizó cada vino con melodías envolventes.

El nombre de Bucrana surge de una fusión singular entre la tradición y la audacia, y se inspira en el término arquitectónico "bucráneo", un ornamento en forma de cabeza de toro; este evocador nombre resuena con fuerza, transportándonos a la rica herencia de Toro, un lugar donde la valentía y la perseverancia han marcado a sus gentes y sus vinos, representando la esencia y el legado de esta región, ofreciendo vinos que reflejan la riqueza del terruño y la pasión por la viticultura.

La profundidad y el valor de sus vinos emergen directamente de la tierra, pulidos por las duras piedras que forjan su terruño. El sabor y la potencia son fruto de una vasta experiencia, centrada en vivir intensamente la gran aventura del vino. Si en tiempos pasados los vinos de Toro se lanzaron a conquistar el mundo, hoy los vinos de Bucrana renacen para protagonizar un deseo renovado por disfrutar y convencer. Son la pura esencia de su origen, un legado directo de la valentía que define la personalidad intrínseca de esta tierra.

Este profundo vínculo entre la tierra y el vino es lo que otorga a Bucrana su carácter inconfundible: vinos intensos, concentrados y vibrantes, que cuentan la historia de una región que se niega a rendirse ante las adversidades. Cada vino es un homenaje a la fuerza de la tierra y a la pasión de quienes la cultivan.

El toro, símbolo emblemático de esta región, se manifiesta en la marca de una manera sutil, evocando fortaleza y audacia. En el corazón de este proyecto late el concepto de "La Valentía". Esta idea encapsula la esencia de los vinos de Toro: potentes y llenos de carácter, al igual que las personas que han cultivado estas tierras a lo largo de los siglos. Los extremos climáticos y los desafíos que implica elaborar vino en estas condiciones se convierten en una poderosa metáfora de la audacia y la pasión que caracterizan a los viticultores y bodegueros locales.

Su objetivo es reconectar el paladar contemporáneo con un pasado glorioso, reviviendo su esplendor a través de una bodega audaz y vanguardista, comprometida con su entorno, la calidad y el placer.

La imagen de Bucrana ha sido meticulosamente creada para reflejar tanto la dureza como la belleza de la tierra de Toro. Las etiquetas, que incorporan elementos de piedra, tierra y naturaleza en su estado más puro, establecen un vínculo profundo entre el vino y su entorno, capturando los contrastes entre la sequía y la lluvia, el frío y el calor.

A la renovada expresión de la nueva añada de Bucrana Crianza se suma el buque insignia de la Bodega: BucranaTau.

Bucrana Crianza 2021. Este vino es la puerta de entrada para disfrutar del lado más cautivador y encantador de Toro. Las uvas, 100% Tinta de Toro, ocultan en su oscura piel la esencia vibrante y audaz de los grandes vinos de la región.

Bucrana Crianza ofrece una experiencia sensorial inigualable, con una nariz pulcra y enérgica que invita a seguir explorando, y una boca jugosa y alegre, llena de vigor. Con 12 meses de crianza en barrica de roble francés y americano, es el vino ideal para cualquier ocasión, convirtiéndose en la cara más acogedora y segura de sí misma.

Bucrana Tau 2019. Este vino se elabora a partir de uvas seleccionadas de las parcelas más singulares de Bucrana, capturando el alma de las viejas viñas de Toro, auténticos monumentos a la historia vitícola que emergen de un suelo compuesto por arena y piedra.

El nervio mineral palpita en cada sorbo, especialmente en la compleja profundidad de sus aromas. Frutas negras, recuerdos especiados, notas tostadas y ese destello limpio de sílice y caliza se entrelazan para crear una experiencia única.

En boca, Tau se presenta amplio y potente, con una definición estructurada que lo hace sedoso y amable al mismo tiempo. Su delicioso final es clave para disfrutar cualquier comida. Con 15 meses de crianza en barrica nueva de roble francés, este reserva deja una profunda huella sensorial que perdura en el paladar.

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