Cognac una ciudad con mucho arte, historia y un destilado único.

Begoña A. Novillo07/10/2024
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Siempre me han encantado las ciudades con río y Cognac no ha sido una excepción. El río Charente es eje principal y ha ocupado un lugar relevante no sólo en la estética del lugar sino en la historia del destilado que marca esta ciudad de manera imperante. El río ha sido testigo de su evolución a lo largo de los siglos y también ha sido protagonista esencial de su desarrollo.

En Cognac han habido dos etapas que han marcado su recorrido histórico: la que abarca del S.XI al XIII y la que surge a partir del S. XIX. En la primera se instaló un puerto dedicado al comercio de la sal y esto resultó ser el embrión del desarrollo de la ciudad. Desde ese momento Cognac se organizó a partir del río y alrededor de 3 ejes fundamentales: el puerto salinero, el castillo y el priorato Saint-Léger. Estos dos últimos constituyen los verdaderos núcleos de la ciudad. A partir del S.XIX, el Cognac y las bodegas empezaron a cobrar protagonismo y se convirtieron en el eje económico de la ciudad.

Cognac es una ciudad no muy grande  y ofrece un recorrido bastante sencillo y asequible que podemos comenzar en la Puerta de Saint-Jacques. Flanqueada por dos torres matacanes, nos recuerda que era paso obligado de muchos de los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela durante la Alta Edad Media. Su posición estratégica en el lado occidental de Cognac, la convirtió en un punto crucial para controlar el tráfico a través del río. Tras caminar por las empedradas y estrechas calles, nos encontramos con la iglesia de Saint-Léger (S.XII), otro ejemplo de aquella época como lo demuestra esa fachada románica tripartita y con el Convento de los Recoletos (S.XIII), que aún conserva magníficas bóvedas ojivales, dos de los lugares con más encanto de la ciudad.

Pero para conocer cómo era la ciudad durante los siglos XV y XVI cuando el eje de la economía giraba en torno a la sal, hay que pasearse por la rue Saulnier y recorrer la Rue Magdeleine donde nos sorprende la Casa de la Salamandra, un animal que nos lleva al personaje más conocido que ha dado Cognac, el rey Francisco I, que aparece a cada paso por la ciudad y que nació y vivió sus primeros años en el Castillo de los Valois. Desde ahí nos vamos al Museo de Arte e Historia en el que encontramos una sección de arqueología y otra muy interesante dedicada a las Artes Decorativas, en la que destaca la obra del vidriero Emile Gallé.

Seguimos nuestro paseo por las calles de Cognac en busca de su mercado (uno de los más bellos de la región) y nos encontramos con un magnífico edificio de hierro inspirado en el mercado del siglo XIX del arquitecto Victor Baltard, en el que convergen bonitos y diferentes puestos de abastos. Un lugar en el que concectar con la verdadera gastronomía gala.

Muy cerca de la orilla del río Charente, en el casco viejo de Cognac, el antiguo palacio del S.XVI de Perrin de Boussac alberga el Museo de las Artes del Cognac, un lugar fascinante tanto como museo como edificio, donde se mezcla el Renacimiento con la arquitectura contemporánea más vanguardista. Aquí, paso a paso, se van descubriendo los secretos de esta bebida que nació casi por accidente antes de convertirse en un clásico.

El viñedo de Cognac es el más grande viñedo blanco de Francia, se extiende desde Angulema hasta la Isla de Ré. El cognac se produce por doble destilación del vino cuando se termina su fermentación y es el resultado de la mezcla de aguardientes de diferentes edades y cosechas. Depende del maestro bodeguero de cada casa de cognac proceder con estas mezclas, para darle color, aroma  y así ultimar un producto de calidad máxima.

Como es lógico, en la ciudad de Cognac este destilado es protagonista en restaurantes, bares y locales de copas. Uno de los más populares es el Bar Luciole (bar-luciole.com) incluído entre los 50 mejores bares del mundo (theworlds50best.com). Al frente de este coqueto y acogedor establecimiento se encuentra Guillaume Le Dorner, un avezado y risueño bartender que maneja como nadie las piezas para ofrecer una carta de lo más atractiva. En este acogedor espacio Guillaume rinde homenaje a este destilado con más de 200 referencias a través de cócteles clásicos, de autor o tragos singulares. En Luciole hay algo para todos y para todas las estaciones.

Con un brindis damos por finalizada nuestra visita a la ciudad y dejamos para otro artículo la experiencia singular de visitar Hennessy, una Maison fundada en 1765 por un oficial irlandés al servicio del Rey de Francia y de conocer más de cerca el delicado y particular proceso de elaboración del Cognac, una bebida única y exclusiva que ha cautivado a paladares de todo el mundo.

www.destination-cognac.com