Escapada a Cracovia.

Begoña A. Novillo04/09/2024
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Desde hace unos años Polonia se muestra como un destino turístico cada vez más apetecible y a tomar muy en cuenta para el viajero europeo. Atrás queda la imagen de un país gris de historia trágica. Polonia nos está mostrando su cara alegre y su dinámico desarrollo pero sin olvidarse de lo más apreciado por los viajeros: monumentos, cultura  y, por supuesto, gastronomía. A poco más de tres horas de vuelo desde España, este viaje nos lleva a explorar la cultura y la gastronomía de un país a través de una de sus ciudades más representativas, Cracovia.

Antigua capital del Estado y ciudad donde el Papa Juan Pablo II ejerció de Obispo hasta su nombramiento, fue declarada Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO en 1978. Sus iglesias (San Andrés, de los Santos Pedro y Pablo,de los franciscanos,de Santa Catalina, Convento de los dominicos...), sus plazas, sus calles, sus restaurantes y sobre todo, la historia que la impregna, harán de tu estancia una delicia. No es solamente tesoro de recuerdos nacionales, históricos y de obras de arte, sino también una síntesis de estilos y culturas entremezclados.

La colina de Wawel, situada a orillas del Vístula,domina el panorama de la vieja Cracovia.En ella podemos encontrar el Castillo Real y la Catedral. El primero debe su estado actual a la reconstrucción llevada a cabo en el S. XVI. En cuanto a la segunda, dedicada a los santos Wenceslao y Estanislao y santuario del patrón de Polonia San Estanislao, es un lugar increíble. En ella tuvieron lugar las coronaciones de los reyes así como los entierros de las grandes personalidades. En su interior encontrarás la Capilla de Segismundo, considerada el monumento más bello de arte renacentista al lado norte de los Alpes.

La Rynek Glówny, es una de las plazas medievales más grandes de Europa (200m X 200m). En ella se encuentra la Lonja de Paño (edificio gótico-renacentista adornado con un remate de mascarones ejecutados por Santi Gucci y compuesto por antiguos puestos donde se comerciaba con paños y en el que, en la actualidad, puedes comprar ámbar o llevarte un recuerdo típico de madera  o de cristal). Encima del paseo del lado sur, está colgado el cuchillo que antaño servía para cortarles las orejas a los ladrones), la torre del Ayuntamiento, las iglesias de San Adalberto, Santa María, principal templo de la Cracovia medieval y uno de los más preciosos monumentos góticos de Polonia, cabe destacar sus vidrieras, las torres que flanquean su fachada y su esbelta cúpula (cada hora un trompetista toca una melodía llamada "hejnal" que termina bruscamente ya que, según la leyenda,un trompetista fue asesinado por un disparo en la garganta mientras hacía sonar la alarma antes de que llegara una invasión mongola) y el Museo Histórico. La ciudad antaño se encontraba rodeada de una muralla, pero en la actualidad sólo podemos encontrar fragmentos y, de los antiguos muros se han mantenido, la Barbacana del S.XV, la Puerta de San Florián, construida en 1307 y unas torres.

Una visita indispensable es la de Kazimierz, uno de los barrios más populares de Cracovia y en donde podrás recorrer sus numerosas sinagogas, entre las que podemos destacar la de Remuh, fundada en 1553 y que debe su nombre al hijo de su fundador y que a día de hoy funciona con normalidad y la Vieja Sinagoga, surgida a finales de S.XV y que tras el incendio sufrido en 1557 fue reedificada de manos de Mateo Gucci.

Pero, además del casco antiguo y el barrio judío, en las afueras de la ciudad podemos encontrar otros "tesoros" que no hay que perderse, hablo de las Minas de Sal de Wieliczka (17 kms), una maravilla arquitectónica subterránea digna de ver y el Santuario de Kalwaria Zebrzydowska (33 kms) que equivale al Jerusalén de la época de Jesucristo trasladado al paisaje de la zona de los montes de Beskides y que constituye el segundo lugar de culto mariano más importante de Polonia. Por último, aunque no menos importante os recomendaría la visita al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau (64 kms de Cracovia). Actualmente es un museo "vivo" de lo que allí aconteció y que no debemos de olvidar.

Tras este repaso a la parte más cultural de la ciudad, ahora sí podemos adentrarnos en su cultura gastronómica, que es abundante, está llena de matices y da cabida a multitud de propuestas: cocina tradicional, vegetariana, orgánica, judía, tabernas populares o los clásicos puestos callejeros en los que puedes "matar el hambre" con los Pretzel (especie de bollo o pan horneado y retorcido, en forma de lazo, con un sabor ligeramente salado)..., todo ello sin dejar de lado sus estupendas cervezas, sus fantásticos vodkas, vinos tan singulares como los de la Bodega  Winnica Marcyporęba o los típicos "perros rabiosos"; por todo ello, no es de extrañar que la Academia Europea de Gastronomía nombrara en 2019 a Cracovia Capital Europea de Cultura Gastronómica, que los World Culinary Awards incluyan a Polonia entre los 20 mejores destinos foodie a nivel mundial y que encontremos a lo largo y ancho de la ciudad restaurantes en la categoría Bib Gourmand que otorga la prestigiosa Guía Michelin.

Algunos de los restaurantes que más me gustan en esta ciudad son: Pod Baranem (Gertrudy, 21. podbaranem.com). Desde 1997, este acogedor restaurante cuyo diseño asemeja a una casa burguesa en el que encontramos numerosas obras de arte, alfombras y muebles antiguos, ofrece una fantástica cocina polaca con ciertos toques de cocina europea. Además, dispone de una rica selección de comidas sin gluten. Para aquellos paladares intrépidos, deseosos de conocer otras culturas gastronómicas, un paseo por el barrio judío dará rienda suelta a su curiosidad. Numerosos restaurantes, con propuestas diferentes y vinos de lo más interesantes, harán las delicias de los más atrevidos.

Y, Boccanera (boccanera-pl.) Situado en el corazón de Cracovia, en la plaza de ul Tomasza – calle Thomas, es muy apreciado por sus numerosos clientes por la riqueza de los sabores, sus modernos y confortables interiores y su ambientazo. Una propuesta basada en la cocina italiana sencilla, elaborada con un gran producto e ingredientes originales todo ello acompañada de música moderna y en vivo. En su excelsa carta encontramos ricos entrantes que incluye Gazpacho, Cebiche o Carpaccio; Pizzas (Diávola; Capriciosa o Vega Negra) y Pastas (Penne, salsa gorgonzola y mascarpone, pistachos, pera o Pappardelle, ternera, pecorino romano, piñones en salsa demi-glace, ajo) y deliciosos postres como el Cannolo, ricotta, albaricoque, chocolate negro. En su carta de bebidas no falta vinos de Italia, España, Francia o Portugal y, por supuesto, no falta una original oferta en coctelería tradicional y de autor.

Es importante elegir un buen alojamiento para descansar tras un día ajetreado y el Hotel Balthazar Design 5* (Ul. Grodzka, 63. balthazarhotel.com) es una gran elección.

Ubicado en el corazón de la ciudad, la Ruta Real, en un edificio de los años 70 del siglo XIX, desde la misma entrada, invita a sus huéspedes a un mundo extraordinario en el que se siente una atmósfera de intimidad y respiro.

Dispone de 25 acogedoras habitaciones distribuidas en las siguientes categorías: Classic, Superior, Deluxe, Royal Suite. Todas ellas están elegantemente amuebladas y disponen de vistas a la Ruta Real, a iglesias históricas, al Castillo de Wawel o al patio con jardín. Su diseño ecléctico, los mejores materiales, su paleta de colores y detalles sofisticados hacen que cada una de las habitaciones cuente con una atmósfera única propia. Sus interiores contemporáneos están exquisitamente diseñados y excelentemente equipados (Plancha y tabla de planchar; Cafetera Nespresso; Suelo radiante en el cuarto de baño; Smart TV 43'; Acceso a Wi-Fi ilimitado; Servicio de lavanderia; Aire acondicionado; Caja fuerte; Escritorio; Baño con ducha; Secador de pelo; Albornoces; Zapatillas; Minibar; Hervidor de agua, té, café), prestan la máxima atención a los detalles y recuerdan a los hoteles boutique de Nueva York o Londres.

Como ves, Cracovia se presenta como un destino de lo más apetecible. ¿no crees? Elige fecha, prepara tus maletas y escápate a degustar Cracovia y alrededores con los cinco sentidos. 

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