El Vicenç de la Mar, un paraíso a orillas del mar.

Redacción23/04/2025
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Ubicado en la costa norte de Mallorca, a sólo 7 km de Pollença, el hotel Vicenç de la Mar es un hotel con encanto, cuidado al detalle, donde el diseño juega un papel importante; un destino en sí mismo que en apenas tres años desde su apertura se ha convertido en uno de los alojamientos de referencia de la isla mediterránea.

Rodeado de las aguas azules cristalinas tan características de la Cala Molins (una de las cuatro que forman la Cala de San Vicenç), El Vicenç de la Mar se encuentra en un emplazamiento perfecto para disfrutar de la naturaleza a la orilla del mar, practicar senderismo, transitar increíbles rutas ciclistas o descubrir la gastronomía mallorquina, basada en el producto y la temporada, de la mano del Grup Santi Taura.

En El Vicenç de la Mar las palabras experiencia y sensación adquieren pleno sentido, por su ubicación en un entorno natural único (en el lado oeste de Cap Formentor y a los pies de la sierra de Tramuntana) y también por su estilo novedoso, donde los colores de esta tierra adquieren un protagonismo singular. Los tonos sobrios y cálidos y la belleza del turquesa fue la fuente de inspiración del diseñador Magnus Ehrland, responsable de este conjunto que conecta con la esencia mediterránea de esta isla a través del uso de estas tonalidades y con distintas piezas artísticas que transportan al huésped a los alrededores del hotel.

El Vicenç de la Mar cuenta con 35 habitaciones (incluidas cuatro suites y la suite Penthouse, que ocupa la totalidad de la última planta del alojamiento), de diseño fresco e innovador y todas con increíbles vistas a las aguas cristalinas de la Cala Molins. Además, algunas de ellas ofrecen terraza, piscina privada, piscina swimup compartida mirando al mar o jacuzzi privado al aire libre.

Con la reapertura del hotel vuelven también U Mayol y U Vicenç, los dos restaurantes ubicados en El Vicenç de la Mar dirigidos por el Grup Santi Taura, cuyo concepto culinario gira alrededor de la cocina mallorquina, con especial énfasis en el producto autóctono y de temporada. Abierto al mediodía, U Mayol se encuentra en la plata baja, a pie de calle. Un bistró marinero en el que los arroces y las propuestas a la brasa son protagonistas del menú: arroz negro con chipirones crujientes, rossejat de fideos con sepia y alcachofas, pulpito de roca mallorquín a la brasa con pimentón o pluma ibérica con chimichurri.

Por su parte, en la cuarta planta del hotel se encuentra U Vicenç, un restaurante a la carta abierto solo por la noche cuya propuesta se centra en las creaciones del chef Santi Taura y su equipo, siguiendo siempre su filosofía culinaria. En su comedor, o en la preciosa y agradable terraza exterior, es posible disfrutar de un recorrido gastronómico en el que los ingredientes locales cobran un protagonismo especial: ensalada de hojas y frutas de temporada con esponja de queso mahonés, croquetas de pescado con verduras estilo de ‘Sa Padrina’ o lechona de ‘Porc Negre’ asada con patató glaseado y su jugo. Dispone de un menú degustación de ocho pasos (85 euros por comensal).

La vida en El Vicenç de la Mar se desarrolla en varios escenarios. El primero de ellos, punto de encuentro de sus huéspedes, es The Rooftop, la impresionante terraza de la azotea, dividida en varios niveles y con magníficas vistas al Mediterráneo y a la montaña dentada de la sierra del Cavall Bernat. Además de una zona de piscina de 75 metros cuadrados y un solárium con hamacas y sombrillas de diseño, dispone de un tranquilo bar con una carta de cócteles de autor y snacks. Un punto único y estratégico donde disfrutar de uno de los atardeceres más coloridos de Mallorca.

Otro de los grandes pilares es su Bike Center, un centro ciclista instalado en el propio hotel que cuenta con capacidad para una treintena de bicicletas, ya sean de los propios clientes o alquiladas a través de sus partners (Medfeel). Protegido con sistema de seguridad, dispone de un pequeño taller de reparaciones, lavadero, agua y fruta de libre disposición y varias rutas que se adaptan a las preferencias de cada uno, ya sean un reto deportivo (como el ascenso a Sa Calobra) o un paseo relajado (por ejemplo, al Faro de Formentor). Sin duda, este alojamiento es un punto clave para los amantes de este deporte ya que por su entorno y por su clima se puede practicar durante toda la temporada.

Además, el spa de El Vicenç de la Mar, uno de los más completos del norte de la isla, ofrece un espacio de paz y serenidad cuya premisa es la de relajarse y dejarse mimar. Sus instalaciones disponen de todo lo necesario para realizar un circuito termal completo y cuenta con una carta de tratamientos realizados con la firma Natura Bissé.

El hotel dispone de una exclusiva sala de cine, con 24 butacas, donde los huéspedes podrán evadirse y disfrutar de una experiencia cinematográfica en privado (bajo reserva previa), así como un espacio dedicado a eventos y reuniones equipado con los servicios técnicos y audiovisuales necesarios.

elvicenc.com