A tan sólo dos horas de Cracovia, al sur de Polonia, descubrimos Zakopane (región de Podhale), un pequeño pueblo sumergido en las montañas. Conocido como la capital de invierno de Polonia por la cantidad de nieve que llena sus montañas en los meses de más frío, este pequeño tesoro polaco cuenta con la pista más famosa de competición de saltos de esquí de Europa (Wielka Krokiew-Ski Jumping Hill).

Situado a los pies de los Montes Tatras, frontera natural entre Polonia y Eslovaquia (las dos áreas juntas entraron en la lista de Reservas de la Biosfera de la Unesco en 1993), Zakopane destaca por sus preciosas y representativas casas de madera de principios del S. XX y por ese estilo arquitéctónico tan peculiar, que imita el estilo de las casas de los Alpes, que le ha hecho tan famoso y cuyo artífice fue Stanislaw Witkiewicz.

El auge de Zakopane surgió de manos de un médico que, por las propiedades y el microclima del lugar, recomendaba a sus pacientes pasar temporadas allí. Desde ese momento, la gente pudiente empezó a visitar este enclave y su popularidad comenzó a ser un hecho que se ha mantenido hasta el día de hoy gracias a diversos centros termales.

Esta pequeña villa polaca parece sacada de un cuento y es que su paisaje engancha a primera vista a través de sus iglesias de piedra, sus calles empedradas, su gastronomía, su paisaje repleto de naturaleza viva y sus gentes. Es considerada la ‘Capital de Invierno’ de Polonia y es punto de partida para practicar deportes como el montañismo, el senderismo o el esquí.

Un recorrido por algunas de sus bonitas calles nos adentra en un área en la que encontramos multitud de esas casas de madera de las que hablábamos antes reconvertidas en restaurantes. En ellos se puede degustar platos tan característicos como la trucha recién pescada en el río Dunajec, los típicos pierogis de queso o setas, sabrosas sopas polacas o el tan famoso queso de oveja ahumado. Eso sí, has de armonizar tu comida con una cerveza artesana o un vino polaco y la experiencia estará completa.

Uno de los restaurantes que te recomendamos conocer es Marilor (restauracjamarilor.pl). Situado en el hotel Villa Marilor 5*, este moderno y elegante restaurante es un lugar único que combina la tradición de los sabores de Zakopane con un enfoque actual de la cocina (Moskole, albóndigas artesanales, sopa polewka con croqueta o la trucha al estilo de Zakopane rebozada en pan rallado). Su carácter distintivo surge de la fusión de productos locales de alta calidad con técnicas innovadoras. El restaurante irradia un ambiente agradable, con interiores acogedores y bien iluminados  adornados con detalles de Zakopane. Si eres de los que les interesan los restaurantes con galardón, cerca de Zakopane se encuentra el restaurante Giewont, con una recién estrenada estrella.

Las montañas Kasprowy Wierch se encuentran cerca y son un reclamo absoluto para los esquiadores. Podemos llegar a ellas a través del Teleférico operado por Polskie Koleje Liniowe SA (www.pkl.pl) y disfutar durante el viaje hasta la cima de espectaculares vistas que se quedarán en la retina para siempre. El trayecto hasta Kasprowy Wierch tiene una longitud de 4.291,59 metros, pero se tarda sólo algo más de 10 minutos. El viaje termina a 1.959 metros sobre el nivel del mar, en la estación superior del ferrocarril, a sólo 26 metros por debajo de la cima de Kasprowy Wierch. El pico Kasprovi tiene 1987 metros de altura y es una de las estaciones de esquí más populares del país.

En ese entorno idílico rodeado de montañas, encontramos una ruta pluvial que podemos realizar a través de alguno de sus lagos ríos como el Dunajec. Este río forma la frontera entre Polonia y Eslovaquia y transcurre durante 27 km en las montañas Pieniny Środkowe al este del embalse de Czorsztyn. Es el escenario perfecto para realizar ´Rafting´ (un tranquilo paseo en balsa durante algo más de 2 horas ) y disfrutar del paisaje, la quietud y la tranquilidad que ofrece el recorrido.

Como ves, Zakopane es uno de los destinos favoritos para los amantes de la montaña y de la aventura, pero también es un lugar que no deja indiferente a quien lo visita. Una escapada que resulta perfecta en cualquier estación del año.

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